¿Qué pasta de dientes debería usar?
Elegir una pasta de dientes es una labor difícil. Decidirse entre colores, texturas, contenidos de flúor o agentes blanqueadores es complicado cuando no se tiene la información necesaria a la mano. Para evitar esos pequeños pero frecuentes momentos de estrés, hemos preparado una breve guía para que elijas la mejor pasta de dientes según tus necesidades.
1.- Textura
Independientemente de la textura usada, lo más importante es la frecuencia y constancia del cepillado. Aunque en la mayoría de los casos la textura es una cuestión de gusto, existen recomendaciones particulares para cada caso.
Fluídos: La pasta de dientes fluída es recomendable para los pacientes que estén usando ortodoncia ya que llega más fácilmente a zonas complicadas a las que los cepillos llegan con más dificultad, como los espacios entre el alambre y los dientes. Aunque no es indispensable, es recomendable.
Crema o gel: Éstas son las más comunes ya que casi tres cuartas partes de la población las usa. Al ser de una textura más firme pero menos abrasiva, son recomendables para todo tipo de pacientes.
Con partículas: Las partículas abrasivas son esferas que “barren” y pulen el esmalte. En algunos casos llevan flúor y sustancias que reducen la acidez, mejorando la remineralización para aumentar dureza y brillo aunque, como su nombre lo indica, en ocasiones pueden resultar ligeramente abrasivas. Por eso, no se recomienda su uso a adultos que tengan historia de desgaste dental.
2.- Ingredientes específicos
No todas las pastas contienen lo mismo. Busca los ingredientes en la parte trasera para saber cual es el efecto que logran.
Caries: Fluoruro de estaño o sodio
El famoso fluoruro reduce la acidez de la placa bacteriana y de la saliva, evitando la desmineralización del esmalte (en otras palabras, que tus dientes se manchen y sean más susceptibles a caries). Además, rellena microcavidades por depósito. Se recomienda para que tenga historia previa de caries.
Sensibilidad: Nitrato de potasio
El nitrato de potasio despolariza el nervio, protegiéndolo de la descarga que provoca el dolor. El acetato de estroncio cierra los túbulos que comunican el nervio con el exterior, lo que reduce esa desagradable sensación causada por bebidas o alimentos muy fríos o calientes.
Gingivitis: Triclosán
Es un antibacteriano no recomendado en menores de seis años. Su propósito principal es eliminar las bacterias que causan infecciones y el mal aliento. Aún así, la evidencia científica no ha podido probar su efecto en este último. Se recomienda su uso en pacientes con reciente historia de gingivitis o enfermedad periodontal.
Sarro: Hexametafosfato de sodio
Combate las manchas y el sarro, impidiendo que se adhieran partículas a los dientes. Se adicionan con sílice, bicarbonato de sodio, alúmina y fosfato cálcico pulen las áreas manchadas.
Color: Peróxido de carbamida
Las pastas y enjuagues blanqueadores no profesionales no pueden tener más de 1% de este ingrediente, por lo que el efecto es más suave que el de un blanqueamiento hecho en un consultorio. Si su uso es constante, logra un gradual cambio en el color de los dientes.
Como mencionamos antes, aunque la pasta nos ayude a recuperar o mantener la salud de nuestros dientes, no es suficiente con solo aplicarla. Además de las visitas rutinarias con el dentista para revisión y limpieza, el cepillado diario después de cada comida es sin duda lo que hará una diferencia en que tengamos una dentadura saludable, así uses una pasta de dientes sabor tocino (que por cierto es 100% real).